Los huracanes FIFÍ en 1974 y MITCH en 1998 dejaron muerte y destrucción a lo largo y ancho del territorio hondureño, con las increíbles cifras de pérdidas se asemejan los huracanes Eta e Iota, los cuales uno tras otro han devastado el país, el cual está en el punto más mortal de la pandemia por covid19 .
Cientos de damnificados perdieron sus pertenencias e incluso sus hogares, quedando a la deriva sin una respuesta o rumbo fijo, en ciudades y municipios del país. Las terribles lluvias que se presentaron de manera consecutiva comenzaron el 16 de noviembre de 2020 con una categoría 5, el cual se degradó rápidamente de un poderoso huracán a depresión tropical siguiendo casi la misma trayectoria en ambos huracanes; agravando aún más las crisis y necesidades humanitarias en Honduras.
En respuesta a esta alarmante situación, con la donación de países cercanos y organizaciones como Televicentro y Emisoras Unidas junto a la organización Cocina Central Mundial y la empresa privada sampedrana se hicieron presentes bajo la campaña “Juntos Somos Más Fuertes” donando tiempos de comida, suministros y otros víveres a los afectados.
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